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miércoles, 21 de agosto de 2013

Taxonomía de los factores de riesgo psicosocial en el trabajo

Se podría decir que los factores de riesgo psicosocial en el trabajo tienen que ver con la interacción del trabajador con el medio laboral y con la organización y gestión del trabajo que son potencialmente negativos para la salud de los trabajadores
Fernando Mansilla Izquierdo

lunes, 13 de mayo de 2013

Accidentes Laborales: Datos oficiales del año 2012

Aunque disminuyeron un 29%, 952 personas murieron en 2012 en accidentes de trabajo

El informe de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT) que analiza las cifras de accidentes laborales en el período 2003-2013 muestra una caída importante en la cantidad de muertos en los últimos ocho años, aunque el nivel de fallecidos aún sigue siendo importante en relación con la población empleada. El trabajo, que se presentará hoy en Tecnópolis en el marco de la 10ª Semana Argentina de la Salud y la Seguridad, detalla que de 2005 a 2012 se redujo un 29% la cantidad de fallecidos globales; y la baja fue del 35% si se excluyen las muertes que se generan in itinere y reingresos.
El informe de la cartera que conduce Juan González Gaviola, un amplio repaso de las políticas que generaron una reducción en los fallecimientos, detalla que la baja se da en un contexto de crecimiento del empleo registrado, que se ve reflejado en la comparación de fallecidos por millón de trabajadores, y no observando el total de empleados registrados. Concretamente, en 2005 había 142,8 trabajadores cada millón, mientras que en 2012 la cifra bajó a 110,7 muertes. En términos absolutos, en el país murieron 952 trabajadores en accidentes laborales durante el año pasado, es decir 2,6 personas por día, mientras que en 2005 los trabajadores fallecidos fueron 2,15 por día. La diferencia está en que en 2005 la población ocupada registrada era de 5,5 millones; mientras que el año pasado esa masa era mucho mayor, llegando a los 8,6 millones.
http://www.infonews.com/

RCP en adultos (reanimación cardiopulmonar)


La reanimación cardiopulmonar (RCP) es un procedimiento de salvamento que se lleva a cabo cuando la respiración o los latidos cardíacos de alguien han cesado, como en los casos de descarga eléctrica, ahogamiento o un ataque cardíaco. La RCP es una combinación de:
-Respiración boca a boca, la cual provee oxígeno a los pulmones de una persona.
-Compresiones cardíacas, las cuales mantienen la sangre de la persona circulando.
Se puede presentar daño cerebral o la muerte en unos pocos minutos si el flujo de sangre en una persona se detiene. Por lo tanto, se debe continuar con estos procedimientos hasta que los latidos y la respiración de la persona retornen o llegue ayuda médica entrenada.
Consideraciones
La RCP puede salvar vidas, pero las personas que mejor la realizan son aquellas que han recibido entrenamiento para tal fin en un curso acreditado. Los procedimientos descritos aquí no sustituyen el entrenamiento en RCP. Las técnicas más nuevas hacen énfasis en la compresión más que en la respiración boca a boca y las vías respiratorias, lo que revoca las prácticas antiguas.
El tiempo es muy importante cuando una persona inconsciente no está respirando. La lesión cerebral permanente comienza después de tan solo 4 minutos sin oxígeno y la muerte puede ocurrir de 4 a 6 minutos más tarde.
Cuando alguien inicia RCP antes de que llegue la ayuda de emergencia, el paciente tiene una posibilidad mucho mayor de sobrevivir. No obstante, cuando el personal de emergencia arriba a un caso de paro cardíaco, generalmente encuentra que nadie está realizando RCP.
Las máquinas llamadas desfibriladores externos automáticos (AED, por sus siglas en inglés) se pueden encontrar en muchos lugares públicos y están disponibles para uso casero. Estas máquinas tienen almohadillas o paletas para colocarlas sobre el pecho durante una emergencia potencialmente mortal. Dichas máquinas revisan automáticamente el ritmo cardíaco y dan un choque súbito si, y sólo si, éste se necesita para hacer que el corazón recobre su ritmo correcto. Al usar un AED, siga las instrucciones al pie de la letra.
Los siguientes pasos se basan en las instrucciones de la American HeartAssociation (Asociación Americana del Corazón):
-Verifique si hay respuesta de la persona. Sacúdala o déle palmadas suavemente. Observe si se mueve o hace algún ruido. Pregúntele en voz alta "¿Te sientes bien?".
-Llame al número local de emergencias si no hay respuesta. Pida ayuda y envíe a alguien a llamar al número local de emergencias. Si usted está solo, llame al número local de emergencias y traiga un desfibrilador externo automático o AED (si hay disponibilidad de esta máquina), incluso si tiene que dejar a la persona.
-Coloque a la persona cuidadosamente boca arriba. Si existe la posibilidad de que la persona tenga una lesión en la columna, dos personas deben moverla para evitar torcerle la cabeza y el cuello.
-Realice compresiones cardíacas o pectorales:
-Coloque la base de una mano en el esternón, justo entre los pezones
-Coloque la base de la otra mano sobre la primera mano
-Ubique el cuerpo directamente sobre las manos
-Aplique 30 compresiones, las cuales deben ser RÁPIDAS y fuertes. Presione alrededor de dos pulgadas dentro del pecho y cada vez permita que éste se levante por completo. Cuente las 30 compresiones rápidamente: "1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, ya".
-Abra la vía respiratoria. Levántele la barbilla con dos dedos. Al mismo tiempo, inclínele la cabeza hacia atrás empujando la frente hacia abajo con la otra mano.
-Observe, escuche y sienta si hay respiración. Ponga el oído cerca de la nariz y boca de la persona. Observe si hay movimiento del pecho y sienta con la mejilla si hay respiración.
-Si la persona no está respirando o tiene dificultad para respirar:
-Cubra firmemente con su boca la boca de la persona afectada.
-Ciérrele la nariz apretando con los dedos.
-Mantenga la barbilla levantada y la cabeza inclinada.
-Dé 2 insuflaciones boca a boca. Cada insuflación debe tomar alrededor de un segundo y hacer que el pecho se levante.
-Continúe la RCP (30 compresiones cardíacas, seguidas de dos insuflaciones y luego repetir) hasta que la persona se recupere o llegue ayuda. Si hay disponibilidad de un AED para adultos, utilícelo lo más pronto posible.
-Si la persona comienza a respirar de nuevo, colóquela en posición de recuperación, y verifique periódicamente la respiración hasta que llegue la ayuda.

lunes, 15 de abril de 2013

La relación entre la seguridad y salud y la productividad

Desde hace bastante tiempo la OIT sostiene que un trabajo sano y seguro mejora la productividad y que, por consiguiente, contribuye al objetivo de desarrollo de reducir la pobreza.
Unas condiciones de trabajo deficientes desde el punto de vista de la seguridad y la salud atentan contra la productividad pues los accidentes y las enfermedades relacionadas con el trabajo son muy onerosas y acarrean muchas consecuencias directas e indirectas graves para la vida de los trabajadores, sus familias y sus empleadores. Esos costos se resumen en el cuadro siguiente:
Ejemplos de los costes directos e indirectos para la empresa de los accidentes de trabajo y la mala salud relacionada con el trabajo
Costes directos
• Perturbación de la actividad y pérdida continua de producción por la ausencia del trabajador
• Pérdida de salario del trabajador y posibles costos en concepto de recapacitación para un nuevo puesto de trabajo
• Costes en concepto de primeros auxilios, atención médica y rehabilitación
• Costes en concepto de seguros y, posiblemente, aumento de la cuota futura
• Costes de la indemnización
• Toda multa o procedimiento jurídico a consecuencia del accidente/caso de mala salud
• Reemplazo o reparación del equipo dañado
Costes indirectos
• Gestión del tiempo invertido en la consiguiente investigación, tal vez, de forma conjunta con la autoridad encargada de la aplicación de la ley (por ejemplo la inspección del trabajo) y otras administraciones
• Costes derivados de la capacitación de otro empleado para cubrir ese puesto de trabajo, y posible contratación de un trabajador reemplazante
• Menores posibilidades de empleo a largo plazo para el trabajador debido a la lesión
• “Coste personal”: pérdida de calidad de vida y de bienestar general
• Menor motivación para el trabajo y caída del ánimo de la fuerza de trabajo, mayor ausentismo
• Pérdida de prestigio de la empresa y deterioro de las relaciones con los clientes y el público
• Daño al medio ambiente (por ejemplo, ocasionado por incidentes con sustancias químicas)
www.srt.gob.ar/

lunes, 25 de marzo de 2013

Ser Técnico en Seguridad e Higiene


FUNCIÓN PRINCIPAL
La función esencial del Técnico en Seguridad e Higiene consiste en implantar y supervisar un sistema de gestión de la prevención de riesgos laborales en el conjunto de las actividades llevadas a cabo por la empresa
ACTIVIDADES Y TAREAS PRINCIPALES
Planificar la Seguridad e higiene formulando de antemano lo que será el futuro alcanzable, en relación con las estrategias y actuaciones de la empresa y respecto de la seguridad y sus técnicas específicas para ello el Técnico en Seguridad e Higiene debe:
1. Fijar los objetivos a perseguir
2. Determinar de forma lógica las etapas y el contenido de cada actuación respecto del trabajo o técnica de seguridad o higiene que vaya a desarrollar
3. Identificar los procedimientos para llevar a cabo de la forma más eficaz cada tarea
4. Establecer los presupuestos de Seguridad e Higiene
5. Organizar la seguridad e higiene ordenando y coordinando las tareas que deben realizarse con tal fin el Técnico en Seguridad e Higiene debe:
6. Identificar los trabajos de seguridad que deben ser realizados con carácter general en la empresa y en cada puesto de trabajo, al tiempo que asigna a las personas de las diferentes líneas operativas
7. Delimitar la autoridad y responsabilidad de seguridad e higiene y establecer el adecuado ambiente de colaboración entre el personal para favorecer la consecución de los objetivos de seguridad
8. Controlar la seguridad e higiene,
9. fijando los estándares o niveles de seguridad que se desea seguir en relación a la higiene y al control de lesiones personales, de daños a los equipos, de daños a los materiales y de pérdidas referidas al medio ambiente,
10. midiendo el nivel de seguridad e higiene conseguido a partir de realizar un cómputo real o un muestreo al azar de las notificaciones de accidentes o de otras verificaciones,
11. y, finalmente, comparando los resultados de la medición y de los estándares para emprender medidas correctivas
Es necesario que el Técnico presente:
Habilidad manual
Agudeza visual
Discriminación de colores
Resistencia a la monotonía
Coordinación motora
Agilidad mental
Creatividad
Comprensión verbal
Comprensión escrita
Inteligencia analítica
Concentración
Inteligencia práctica
Razonamiento mecánico
Capacidad razonamiento lógico
Capacidad para trabajar sólo
Trabajar en equipo
Habilidad en las relaciones
Capacidad para fijar prioridades
Capacidad de organización
Capacidad de liderazgo

www.iteb.es

viernes, 28 de septiembre de 2012

Efectos de una descarga eléctrica sobre el organismo


Dentro de las distintas magnitudes que caracterizan a la electricidad, se considera a la intensidad de corriente como la principal responsable de los posibles daños que pudiera sufrir una persona en contacto con una corriente eléctrica. El voltaje, que se limita a indicar la diferencia de potencial, es tan solo responsable de los daños en la medida en que de su valor depende el propio amperaje (ley de Ohm). Esto no significa que la intensidad de corriente sea el único factor determinante de los daños sufridos por una descarga eléctrica, ni que, atendiendo solo al amperaje, se pueda hacer un pronóstico definitivo de sus consecuencias. Lo ocurrido en una descarga depende también de otras cuestiones; la resistencia del cuerpo, la humedad del ambiente, el uso de ropa o calzado, el paso de la corriente a través del cuerpo, o si el contacto con aquella ha sido directo o indirecto… y por eso, cada accidente de este tipo puede acabar siendo distinto del resto tan solo por sus posibles variantes. Tal vez, antes de hacer un pronóstico, acabe por ser más ventajoso hacer un examen forense.
A pesar de todo, sí es cierto que, viendo algunas cifras, se pueden predecir también algunos resultados. Se sabe por ejemplo que la cantidad de daño por descarga depende principalmente del tiempo en que se entre en contacto con la corriente. También, la cantidad máxima de voltios considerada inofensiva para las personas es de 50 V. Pero sobre todo, el amperaje es, de todas las magnitudes eléctricas, el mejor indicador a la hora de evaluar las consecuencias en un accidente de naturaleza eléctrica:

enviado desde Canadá: diariodeunexplorador.wordpress.com

lunes, 7 de mayo de 2012

Sabía Usted que... los accidentes no ocurren por la mala suerte?


Sino porque:

– Usamos herramientas dañadas o las usamos
mal
– No usamos los elementos de protección
personal o los usamos mal
– Trabajamos en posiciones peligrosas
– Trabajamos en un sitio desordenado y no seguimos los procedimientos

Es importante que cada uno de nosotros participe en la seguridad de todos,
PARA QUE TODOS PARTICIPEN DE LA SEGURIDAD DE UNO…

Cómo evitar la caída de objetos elevados y sus consecuencias:

Amarre las herramientas y materiales que puedan caer
Retire de las plataformas / andamios las herramientas y materiales que no necesite
Señalice el área donde se realizan los trabajos en altura
Respete la señalización existente
Mire hacia “arriba” antes de pasar por debajo o cerca de una plataforma o andamio
Nunca camine debajo de cargas suspendidas
Amarre bien la carga
Use los amarres que garanticen el control de la carga
Utilice equipos de izaje según las características de la carga
Verifique el uso y fijación de barandas y guardapiés en andamios
Revise el equipo de izaje antes de usarlo
Mantenga su área ordenada y limpia

Un descuido en la altura puede costar una vida . . . quizá la tuya !

Literatura realizada por HySeL, con colaboración bibliografica de los siguientes autores: Isnardo – Edwin Castro Polo

lunes, 3 de octubre de 2011

ARGENTINA: MAQUINISTAS DE TREN


Víctimas olvidadas. En la Argentina los maquinistas de tren protagonizan una triste estadística. Atropellan y matan a decenas de personas a lo largo de su vida laboral por accidentes y suicidios. Por eso el gremio que los agrupa reclama que el estrés postraumático que les provocan estas situaciones sea reconocido como una "enfermedad profesional".

"¿Ves aquella persona? Está cruzando y no miró ni se fijó si venía el tren. Cruzó sin mirar", relata un maquinista, mientras cumple con su trabajo.

Así es la vida cotidiana de los conductores de trenes en la Argentina, especialmente en Buenos Aires y sus alrededores. Constantemente se enfrentan a la dramática situación de estar al borde de atropellar a un peatón o a un vehículo. La imprudencia ajena y también los suicidios los han convertido en lo que el gremio de conductores ha definido como "los verdugos inocentes".

"En 30 años de servicio arrollamos aproximadamente un promedio general de 30 personas, hasta que nos jubilamos. Ya algunas veces esto se nos hace normal. Esto es de todo los días", dice el secretario general del Sindicato La Fraternidad, Omar Maturano.

Cualquier conductor de estos vehículos puede dar testimonio de lo que significa el momento en el que se da cuenta de que inevitablemente va a matar a alguien. Tener que resignarse ante la imposibilidad de frenar una máquina que viaja a 70 u 80 kilómetros por hora con más de 1.000 personas a bordo.

"Estamos remolcando entre 500 y 700 toneladas y es muy difícil frenar el tren en milésimas de segundo. Así que la impotencia que uno siente en ese momento es inexplicable", dice el maquinista Juan Collavino.

Collavino recuerda su primer suceso cuando atropelló a dos niños de dos y cuatro años que cruzaban descuidadamente las vías.

"Desgraciadamente no pudimos evitar el accidente. Los vimos a los pibes, tocamos bocina, todo; hicimos lo imposible, pero el accidente se produjo. Así que se me había hecho que había matado a un hijo. Tuve un par de días sin poder dormir, sin poder conciliar el sueño. Y ni siquiera tenía ganas de trabajar", recuerda.

Los ferroviarios de todo el mundo se ven expuestos a este tipo de situaciones. Pero la capital argentina y sus cercanías cuentan con una red de siete líneas y más de 800 kilómetros, con pasos a nivel y barreras, en una de ciudad densamente poblada. Esto eleva la frecuencia de los siniestros. De hecho, la cantidad de muertes por accidente en vías férreas duplica en Buenos Aires al número de suicidios.

Recientemente, once personas perdieron la vida cuando un ómnibus de pasajeros cruzó un paso a nivel que tenía la barrera baja.

El Gobierno ha anunciado en varias oportunidades el soterramiento de esa y otras líneas que atraviesan populosas zonas de la capital argentina. Pero se trata de proyectos muy complejos y costosos que siguen demorados.

Mientras aguardan la concreción de estas obras, el reclamo más inmediato de los maquinistas es que el estrés postraumático pueda ser considerado una "enfermedad profesional", que les permita obtener una pensión por discapacidad a aquellos trabajadores que no están en condiciones de retomar sus tareas.

"Los síntomas pueden ser trastornos de la alimentación, trastornos del sueño, trastornos de la sexualidad. Ahora, cuando es a lo largo de la vida de trabajo va generando daño en los grandes órganos, básicamente lo que produce es enfermedades cardíacas", explica Pablo Garaño, de la Red de Riesgo Psicolaboral.

Los síntomas varían de una persona a otra. Pero los especialistas coinciden en que, lejos de endurecerlos, la suma de arrollamientos convierte a los conductores de tren en gente cada vez más frágil, psicológicamente vulnerable.

Cuando un tren atropella a un peatón o a un vehículo, el maquinista suele ser uno de los protagonistas olvidados. Si no tiene daños físicos, ni siquiera es contabilizado entre las víctimas.

Mientras tanto, la persona que transporta a miles de pasajeros convive con el temor permanente de que cada día puede volver a ser un “verdugo inocente”.

jueves, 28 de abril de 2011

Instruir o enseñar es algo más complejo que decir y mostrar



Se cree generalmente que enseñar o instruir es tarea sencilla que puede desempeñar cualquier persona que sepa hacer un trabajo. Quienes piensan así creen que construir es decir en forma clara y detallada lo que el trabajador debe hacer. Otros creen que construir no es solamente decir, sino decir y mostrar lo que se espera que haga el trabajador. Instruir o enseñar es algo más complejo que decir y mostrar.

A continuación se dan las cuatro fases en que se descompone el proceso de instrucción y enseñanza.

1. - Preparar al trabajador.

Esta fase tiene como fin despertar en el trabajador el interés por el trabajo y ganarse su confianza, para lo cual se recomienda:

a) Animarle, ser amable con él

b) Definir el trabajo y averiguar la experiencia del trabajador

c) Despertar su interés por aprender el trabajo

2. - Demostrar el trabajo

Esta es la fase básica de la introducción y en la que el supervisor debe desarrollar una gran habilidad para obtener éxito en la instrucción. las recomendaciones son:

a) Debe de colocarse el trabajador en la mejor posición para observar la demostración del trabajo.

b) Debe explicar, mostrar e ilustrar, en el orden real, cada una de las operaciones.

c) Debe recalcar todo lo que el trabajador debe saber para hacer cada una de las operaciones.

d) La instrucción debe ser clara, completa y paciente.

e) El ritmo de la instrucción debe ser el adecuado para la capacidad de comprensión del trabajador.

3. - Comprobar el aprendizaje.

Para instruir no basta realizar correctamente lo indicado en las dos fases anteriores, es necesario ademas, verificar que el trabajador este aprendiendo lo que se le esta enseñando.

Para esto se recomienda el siguiente procedimiento:

a) Hacer que el trabajador ejecute las operaciones y corregir los errores que cometa.

b) Pedirle que explique los puntos clave mientras ejecuta las operaciones.

c) Hacerle preguntas inteligentes para verificar que entiende y que esta aprendiendo cada operación.

d) Felicitarlo por sus aciertos y animarlo diciéndole que lo esta haciendo bien, cuando así sea.

4. - Observarlo en la practica.

En el trabajo normal de producción no se puede correr el riesgo de cometer errores y equivocaciones, por lo que se hace necesario observar de cerca la acción del trabajador, después de haber terminado la fase anterior de la instrucción. Se recomienda la siguiente técnica:

a) Hacer que trabaje independientemente.

b) Indicarle a quien debe consultar en caso de que le surjan dudas.

c) Revisar su trabajo frecuentemente e invitarlo que haga las preguntas que aclaren sus dudas.

d) Finalmente, disminuir progresivamente la ayuda y la vigilancia hasta llegar a la supervisión normal de un obrero calificado.

martes, 29 de marzo de 2011


Seguridad e Higiene.
La seguridad e higiene laboral ha tomado gran importancia en la visión empresarial de los últimos años. Las instituciones toman como una inversión las acciones orientadas a instruir y capacitar personal.
Desde las últimas décadas, diferentes instituciones y organismos empresariales observan de una manera diferente la implementación de normas de seguridad e higiene en los contextos laborales. Muchas instituciones, que anteriormente observaban las acciones relacionadas con seguridad laboral como un gasto innecesario, actualmente abordan la problemática como una inversión. Las acciones tendientes a mejorar la seguridad e higiene en el trabajo se encuadran en normas de seguridad internacionales, apoyadas por leyes locales, y orientadas a guardar la integridad física y social de los trabajadores, proteger los bienes de la empresa y lograr un objetivo de desarrollo integral.

Normas de seguridad e higiene.
Al desarrollar acciones de seguridad e higiene en el trabajo, los principales puntos a fortalecer en la instrucción de la institución es la prevención. Los diferentes instructores que tienen a su cargo transmitir normas y conocimientos a los grupos de trabajo deben procurar motivar el respeto a las normas, con el fin de anticipar y corregir accidentes laborales relacionados directamente con la seguridad y la higiene. Prevenir riesgos asociados a las tareas diarias y rutinarias laborales habituales es muchas veces dificultoso. Las principales dificultades se relacionan con cambios de conducta, hábitos y costumbres. Además se debe concientizar que para prevenir se tiene como principal guía para efectivizar las acciones, las normas de higiene y seguridad.

Desarrollar e implementar normas.
Los profesionales encargados de desarrollar e implementar normas de seguridad en una institución deben observar en detalle las instalaciones y procesos vigentes, antes de sugerir e instruir sobre normas de higiene y seguridad. En primer lugar se deben conocer los edificios y sus instalaciones. Cada sector puede tener distintos niveles de peligrosidad, por esa razón se deberá contar con diferentes medios de protección. Al realizar un recorrido detallado sobre las instalaciones, los expertos deben observar y determinar los medios de protección disponibles, las carencias y las necesidades que deben ser atendidas prioritariamente. Con posterioridad se deben sugerir las mejoras, y corregir conductas actuales.

Seguridad.
Para asegurar las normas es necesario verificar y garantizar la fiabilidad de todos los medios de protección. También se deben observar todas las instalaciones generales con el fin de minimizar los riesgos de accidentes. Mantener informados a todos los miembros de una empresa de cómo deben prevenir y actuar en casos de emergencia es fundamental para la seguridad de la institución. En todos los casos donde se lleve adelante una evaluación de seguridad e higiene; el instructor debe formar y organizar grupos de personas para que se garantice la rapidez y eficacia en las acciones a emprender para el control de las emergencias.