lunes, 24 de junio de 2013

Prefectura incorpora profesionales

Prefectura Naval Argentina llama a concurso para profesionales de ambos sexos de distintas areas que se hallen interesados en ingresar a la Institución. entre ellos solicitan “LICENCIADOS EN SEGURIDAD E HIGIENE LABORAL”
La inscripción se realizará entre el 26 de junio y el 23 de agosto de 2013.
Ingresarán con el grado de oficial principal y cubrirán puestos en: Posadas, Ciudad de Buenos Aires, Olivos, Zárate, Mar del Plata, Bahía Blanca, Concepción del Uruguay, Neuquén y Río Gallegos.
Informes e inscripción en el Edificio Guardacostas –Avda. Eduardo Madero 235 – 5° piso, oficina 503, de lunes a viernes de 09.00 a 13.00. Tel.4318-7500/7600 – int. 2503 y en la página web de la institución: www.prefecturanaval.gov.ar. -

lunes, 3 de junio de 2013

Responsabilidades preventivas en el trabajo

“La prevención necesita más que de líderes carismáticos, líderes del día a día que sepan comunicar y promover algo tan básico como las responsabilidades preventivas en el trabajo.”

Cuando nos referimos a la Higiene y Seguridad Laboral inmediatamente orientamos nuestro pensamiento a las condiciones necesarias para que un trabajador desempeñe sus tareas laborales en un ambiente que garantice las condiciones materiales y ambientales tales que no generen impactos que puedan afectar su salud.
Técnicamente hablando, es el conjunto de normas y procedimientos que tienen como objetivo proteger al trabajador física y psicológicamente, preservándolo de los riesgos inherentes a las tareas en el ambiente físico donde se ejecutan. Para lograrlo, se realizan actividades de diagnóstico y prevención de enfermedades profesionales, relevamiento de peligros y evaluación de riesgos a fin de tomar las medidas de control necesarias. Así, la Higiene y Seguridad Laboral adquiere un carácter eminentemente preventivo, buscando adelantarse a los hechos o a las consecuencias negativas que pueden darse cuando, por ejemplo, los contaminantes no se encuentran debidamente controlados.
En Latinoamérica, Argentina fue pionera en legislar sobre Seguridad e Higiene Laboral. En el año 1972, se promulgó la Ley 19.587 de la cual se desprende toda la legislación existente sobre prevención de los riesgos laborales. La Superintendencia de Riesgos del Trabajo, que depende del Ministerio de Trabajo, el órgano rector de tal aspecto en nuestro país.
Es, por ende, una exigencia legal que en la mayoría de las actividades, tanto públicas como privadas, se disponga del asesoramiento de un profesional en la materia. Esta condición legal hace que los especialistas en Higiene y Seguridad Laboral sean profesionales muy requeridos en todos los sectores productivos.
Pero lo más fascinante de esta disciplina es lo que se deriva de la frase con la de inicié este artículo. Si uno lee los párrafos precedentes puede pensar que se trata de un ámbito eminentemente técnico, donde el conocimiento se basa en normas estrictas que, cumplimentadas rigurosamente, logran el objetivo de asegurar que los trabajadores no se accidenten. Esta concepción es parcial si no entendemos que el objeto de trabajo son seres humanos, con toda la complejidad que ello implica.
En la actualidad, la tendencia mundial en prevención de riesgos laborales pone un foco preponderante en la naturaleza humana de los trabajadores. Las empresas de primera línea buscan profesionales solidos técnicamente pero que, además, puedan desempeñarse como líderes capaces de orientar equipos de trabajo interdisciplinarios y entender las implicancias que el comportamiento humano tiene como impronta en el desarrollo de las actividades laborales. Esta dualidad técnico/humana es lo que hace aún más fascinante esta temática. Obliga, permanentemente, a indagar tanto en cuestiones de ingeniería como también de psicología y sociología.
Es este el paradigma hacia donde deben orientarse las principales acciones de prevención laboral si queremos lograr cambios sustentables en el tiempo y ese es el tipo de profesionales en Higiene y Seguridad que el mercado está necesitando.

Fernando José Andreatta. Bioingeniero con Orientación Clínica, Universidad Nacional de Entre Ríos, posgrado Ingeniería Laboral, Universidad Tecnológica Nacional Regional Córdoba, Licenciatura en Gestión Ambiental (pendiente tesis final), Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. Docente en la UES21, UTN Regional Córdoba e Instituto de Enseñanza Superior Río III.

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Intoxicación por monóxido de carbono


El monóxido de carbono es un gas tóxico, incoloro, inodoro, no irritante y que resulta de la combustión incompleta de productos carbonados.
Al ingresar en nuestro organismo, este gas ocupa el lugar del oxígeno en nuestra hemoglobina, por lo cual deja a la sangre sin la posibilidad de ofrecerle oxígeno a nuestros tejidos, generando la intoxicación.
Las intoxicaciones por monóxido de carbono aumentan en la época invernal, ya que los elementos que liberan este gas son:
Estufas, Calefones, Hogares a leña, Calderas ,Termotanques, Braseros, Caños de escape (peligroso en garajes o lugares cerrados)
Estas son las fuentes más comunes de accidentes caseros, pero no debemos olvidar las industriales como las emanaciones de las fundidoras de acero, las embarcaciones que no tienen el mantenimiento adecuado o el humo de incendios.
¿Qué hacer si creo estar intoxicado?
Si fue producto de un accidente casero, lo primero es salir del lugar donde se produjo la intoxicación y lograr aireación. Si estamos hablando de un accidente en donde el paciente emanó grandes cantidades de monóxido de carbono, hay que llamar al centro de emergencias más cercano. Es prioritario que reciba lo más rápido posible oxígeno en altas concentraciones, para que esta gas ocupe el lugar del monóxido en el cuerpo de la persona intoxicada.
¿Qué puedo hacer para prevenirlo?
La primera medida preventiva es dejar ventilados los ambientes en donde haya elementos que generen combustión, sin importar que sean nuevos o funcionen bien, ya que igualmente generan monóxido de carbono.
Sugerencias para evitar accidentes
Nunca queme cosas en una estufa o chimenea que no esté ventilada.
Nunca caliente su hogar con un horno de gas.
Nunca encienda un generador en un cuarto cerrado (como un sótano).
No caliente su auto en un garaje cerrado.
Si su garaje está conectado al resto de su hogar, cierre la puerta.
Revise las salidas al exterior de calefones y aparatos de calefacción.
No instale el calefón en el baño.
Si usa brasero o estufa a querosén, sáquelas del ambiente y apáguelas antes de acostarse.
Consulte a un gasista profesional ante cualquier desperfecto.
¿Cómo es el tratamiento?
El tratamiento va a depender de los síntomas del paciente, los cuales van a indicar si la intoxicación fue grave o leve. Es necesario prestar mayor atención en los pacientes muy jóvenes o en los muy ancianos.
Si la persona sufre cefalea o síntomas menores, se coloca oxígeno en una alta dosis, mediante una máscara nasal con reservorio, y se deja que el paciente se vaya recuperando solo. En estos casos no se necesitan mucho más exámenes complementarios y rápidamente se otorga el alta.
En casos en donde el paciente se encuentre más comprometido, por ejemplo si estuvo en un incendio, hay que realizarle más estudios, como electrocardiograma o análisis de sangre. A través de estos se busca detectar posibles complicaciones, como un infarto, un edema de pulmón, o insuficiencia renal.
En cuanto al tratamiento en sí, primero se intenta darle oxígeno en altas dosis a través de una máscara. Si no mejora, o si la intoxicación fue muy severa, se lo deriva a cámaras de oxigeno hiperbárico, en donde la presión administrada es más fuerte.
La elección del método a utilizar en cada caso estará a cargo del profesional médico, de acuerdo con las características de cada paciente.

¿Qué es la intoxicación crónica?
Es la que se da habitualmente entre los trabajadores que están expuestos durante mucho tiempo a emanaciones fuertes de monóxido de carbono, como por ejemplo aquellos que trabajan en una cochera.
Estos pacientes tienen síntomas de tipo neurológico en forma más atenuada, como cefalea recurrente. También suelen presentar somnolencia y dificultad para pensar.
Es por ello que en los ámbitos donde puede haber exceso de emanaciones de monóxido de carbono, se debe controlar periódicamente el aire, para cuidar al trabajador.

Dra. Silvana Malnis - Servicio De Neumonología del Hospital Alemásn de la Ciudad de Buenos Aires